Aumentan los caribúes en Columbia Británica y Alberta debido a la reducción de lobos

Pero el mismo artículo concluye que la principal razón de ese crecimiento de las manadas de caribúes se debe a la eliminación de cientos de lobos, una política que probablemente tendrá que continuar durante décadas.

Si no matamos a los lobos, dadas las condiciones del hábitat que la industria y el gobierno han creado, perderemos el caribú, dijo Clayton Lamb, uno de los 34 coautores de un estudio recientemente publicado en la revista Ecological Applications.

Lamb añadió que esas condiciones del hábitat de los caribúes no son culpa de los lobos.

La conservación del caribú es considerada como uno de los problemas de gestión de la vida silvestre más difíciles del continente.

Los animales, que aparecen en las monedas canadienses de 25 centavos desde 1937, necesitan grandes extensiones tranquilas de bosque boreal antiguo, que sean de difícil acceso.

Esos mismos bosques a menudo acaban siendo talados por la industria petrolera o perforados para su explotación por las industrias petroleras o mineras, lo que implica la construcción de caminos y líneas de corte que abren vías de acceso a otras especies, como los ciervos y alces. Y detrás de ellos vienen los lobos, que se comen cualquier cosa con pezuñas.

Entre 1991 y 2023, las poblaciones de caribú cayeron a la mitad. Más de un tercio de las manadas silvestres han desaparecido.

Los gobiernos, los científicos y los pueblos indígenas que dependen del caribú han estado intentando durante años encontrar formas de recuperarlos.

Lamb y sus colegas observaron a unas 40 manadas en las provincias de Columbia Británica y Alberta para ver si algo había funcionado.

Aumenta el número de caribúes

El documento sugiere que el número de caribúes ha aumentado un 52 por ciento desde el año 2020 en comparación con lo que habría ocurrido si no se hubiera hecho nada. Actualmente hay unos 4.500 animales en las dos provincias, unos 1.500 más de los que habría habido. Fue sorprendente, en el buen sentido, dijo Lamb.

Casi el 90 por ciento de las áreas de hábitat de algunos rebaños están alteradas por la industria, y la restauración de estos hábitat es la solución preferida. Pero para ello se necesita tiempo, décadas para que una tala o una línea de corte vuelva a ser algo parecido al hábitat perdido, por lo que se han utilizado varias medidas provisionales.

Debido a que se utilizaron diferentes medidas en diferentes manadas, los investigadores pudieron vincular las tendencias de crecimiento de la población con las intervenciones.

La esterilización de lobos no funcionó porque no se pudo castrar a un número suficiente de depredadores. Lo mismo ocurrió con los planes para la reducción de las poblaciones de alces y ciervos que atraen a los lobos al hábitat del caribú.

Habría que matar a casi todas esas poblaciones de animales, una medida impopular entre las comunidades rurales y las Primeras Naciones donde la caza es a la vez un pasatiempo y una necesidad.

La reducción de los alces es increíblemente controvertida, dijo Lamb.

Trasladar animales de rebaños grandes a rebaños pequeños sólo ayudó durante una o dos temporadas. Lo que sí funcionó, dijo Lamb, fue matar lobos.

La reducción del número de lobos aumentó la tasa de crecimiento de las subpoblaciones de caribúes de las montañas del sur en aproximadamente un 11 por ciento, destacó el informe.

Esa tasa de crecimiento aumentó cuando a la eliminación de los lobos se sumaron otras medidas como alimentar, guardar en corrales y proteger a las hembras preñadas.

La reducción del número de lobos fue la única acción de recuperación que aumentó consistentemente el crecimiento de la población cuando se aplicó de forma aislada, dice el informe.

Las combinaciones de la reducción del número de lobos con el establecimiento de corrales maternos o alimentación suplementaria proporcionaron un rápido crecimiento.

Sin embargo, este hallazgo coloca a los administradores de la fauna silvestre en una situación difícil, dijo Lamb.

"Abatir a tiros a los lobos para salvar otra especie es una decisión increíblemente difícil", añadió.

Casi 2.000 lobos fueron abatidos desde el 2015

Documentos obtenidos a través de una solicitud de acceso a la información mostraron que el gobierno de Columbia Británica gastó más de 10 millones de dólares y un total de 1.944 lobos fueron abatidos desde que se lanzó ese programa en la provincia en 2015, informó el difusor público canadiense CBC en diciembre.

Los lobos son eliminados por tiradores a bordo de helicópteros que utilizan rifles semiautomáticos con miras telescópicas de punto rojo para apuntar a áreas que resultarán en una muerte rápida, según los documentos, añadiendo que a veces se requieren disparos de seguimiento.

Esta práctica ha sido calificada de cruel e inhumana por grupos de protección de la naturaleza

Es ilógico creer que estas matanzas provoquen la muerte inmediata sin sufrimiento alguno, declaró en diciembre a CBC la abogada Rebeka Breder, que trabaja en el organismo Pacific Wild.

Los grupos conservacionistas afirman que el principal problema para las manadas de caribúes es la actividad humana y la explotación de recursos naturales, y que los esfuerzos deberían apuntar a la conservación del hábitat en lugar de matar a otro animal silvestre.

Una encuesta de opinión realizada a más de 15.000 residentes de Columbia Británica en 2021 reveló que el 59% de los encuestados se oponía a la reducción de los lobos para la recuperación del caribú, mientras que el 37% la apoyaba, según los resultados publicados en internet.

Se prevé que los lobos seguirán siendo abatidos hasta el 2026, con un presupuesto anual de hasta 1,8 millones de dólares y la muerte de 244 lobos al año, según el Ministerio de Agua, Territorio y Gestión de Recursos de Columbia Británica.

Fuente: CBC / CP

Adaptación: RCI / R. Valencia